1. Asegurar que los tubos tengan cortes parejos y sean de las mismas dimensiones para facilitar soldadura.
2. Limpiar muy bien para no contaminar la soldadura
3. Emparejar el cordón de soldadura con lija o pulidora.
4. Asegurarse de eliminar cualquier grasa que pueda tener los tubos
para que la pintura se adhiera correctamente.
5. Evite la corrosión aplicando una capa de pintura o esmalte